La dura vida de una Batería de Tracción

La dura vida de una Batería de Tracción.

Las baterías se clasifican comercialmente en función de su aplicación:

  • Baterías de Arranque. Para arrancar motores de explosión
  • Baterías Estacionarias. Para alimentar equipos estáticos: Alumbrado de emergencia, alarmas, SAIs, telecomunicaciones etc
  • Baterías de tracción. Para suministrar energía a un motor eléctrico que normalmente va en movimiento con el vehículo.

Si pudiésemos hacer un análisis de la vida diaria de cada una de estas baterías podríamos fácilmente concluir que las baterías de tracción son sin duda las que “peor vida llevan”. Me explico:

Baterias de Arranque: Son corredores de sprint. Se les demandan picos de intensidad altos durante cortos espacios de tiempo. Una vez que el motor arranca, el alternador empieza a cargarlas. Su estado normal el 90% de su vida es de reposo a plena carga. Su diseño está orientado a aumentar el número de placas disminuyendo su espesor, para aumentar la superficie de placa en contacto con el electrolito, que es la característica de la batería que facilita picos altos de intensidad,

Baterias Estacionarias. Estas baterías funcionan con descargas de profundidad media y recarga lenta. Normalmente dan servicio a alarmas o equipos de emergencia que entran en funcionamiento apenas una vez al mes. Por tanto están constantemente en flotación y a plena carga. Una baterías estacionaria esta suministrando corriente en servicio apenas un 3% de su vida útil. Su diseño usa componentes de grosor medio previendo descargas y cargas a ritmo lento.

Baterias de tracción. Este grupo de baterías funcionan normalmente en turnos de trabajo de 4- 8 horas. Se las denomina cíclicas por que cada uno de esos ciclos /turnos supone una descarga completa. En su construcción se emplean placas gruesas para soportar la pérdida de masa activa que conllevan las descargas profundas repetidas. Todo fabricante ofrece gráficas relacionando vida útil (número de ciclos) con profundidad de descarga media. Las descargas profundas, que siempre las hay, son nocivas para la duración de la batería.

Pero lo que no nos cuentan es que además de que una batería de tracción está sometida todos los días a descargas profundas, durante su uso tiene los inconvenientes de una batería de arranque. Es decir, ni si quiera tiene descargas de intensidad media durante espacios de tiempo relativamente cortos. Tienen picos de consumo al igual que las baterías de arranque.

Si antes decíamos que una batería de arranque es como un corredor de sprint, que luego tiene un descanso (reposo) y un tratamiento inmediato (carga del alternador que no permite la descarga profunda), en el caso de las baterías de tracción podríamos decir que son corredores de maratón “con inconvenientes”. Es como si a un corredor de maratón le hiciésemos correr la prueba a plazos, con arrancadas en sprint y luego bajando el ritmo hasta cero, para volver a arrancar al sprint en el siguiente plazo. Un maratón hecho a base de sucesivos sprints y paradas/arrancadas sin comer ni reponer fuerzas durante todo el turno. Esa es la vida diaria de una batería de tracción!

Para ilustrar esta idea, colocamos un data logger que registra intensidad y voltaje cada segundo. Se adjunta la gráfica de tres minutos en la salida de unas baterías de cochecito de golf. (36V) En rojo la corriente y en azul el voltaje, se registran picos de 120 A y corrientes medias de 40A:

Queda claro que la idea de que las baterias de tracción trabajan con intensidades medias hay que aparcarla. La batería de tracción tiene todos los inconvenientes de una batería de arranque y recibe un trato mucho más perjudicial:

  • Las cargas se hacen de forma manual, el usuario, una vez terminado el turno conecta la batería al cargador y completa (o no) el ciclo de carga. Las cargas parciales son igualmente perjudiciales para la vida útil de la batería.
  • Las baterías de Plomo ácido abierto necesitan reposición de electrolito, ya que la gasificación durante la carga provoca pérdidas. No siempre se mantiene el nivel correcto y eso supone pérdida de capacidad añadida.

Por tanto, tengamos en cuenta que las baterías de tracción son “las más sufridas de la fiesta” y se merecen una consideración y un trato adecuado a esa vida tan dura que le dan sus usuarios. 😀